A poco más de un mes de que Argentina anunciara la apertura de sus fronteras para turistas de países limítrofes, vale la pena aprovechar la oportunidad que brinda un buen tipo de cambio para los chilenos y decidirse a conocer una de las nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo durante las próximas vacaciones.
Las majestuosas postales de Cataratas de Iguazú son mundialmente reconocidas. Un destino que ofrece la mezcla perfecta entre la naturaleza salvaje y una oferta turística desarrollada, para brindar a sus visitantes una experiencia única e inolvidable.
La imponente fuerza del agua, que dibuja hermosos contrastes azules en el verde telón que le proporciona la selva, hicieron que este lugar fuera declarado -ya hace una década- como una de las nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo. Por ello, vale la pena aprovechar el buen tipo de cambio que hoy ofrece Argentina para el turista chileno y anotar este destino en la lista de viajes para disfrutar en las próximas vacaciones.
Si bien sólo 6 de sus 65 hectáreas son accesibles al público, este Parque Nacional cuenta con una enorme biodiversidad y muchísimas experiencias para sus visitantes.
¿Cómo preparar tu próximo viaje a este destino? Aquí te dejamos algunos consejos:
1. Prepara tu cámara, planifica tu recorrido y ponte la meta de fotografiar un yaguareté.
Las Cataratas de Iguazú proporcionan un verdadero safari fotográfico. Además de las
impresionantes postales que entregan sus múltiples cascadas, este destino ofrece una gran
variedad de flora y fauna para fotografiar.
En esta zona podrás encontrar más de 400 especies de aves, entre las que destacan tucanes, yacutingas, vencejos de cascada, fruteros multicolores y águilas crestadas, en un escenario con colores, tamaños, vuelos y cánticos de todo tipo.
Además, podrás ver miles de monos caí y coatíes -conocidos por su gracia y simpatía- junto a zorros de monte, lagartos, yacarés, cuises, agutíes y más. Pero la verdadera figura -aquella que todos buscan para fotografiar- es el yaguareté, un felino salvaje y ágil; súper difícil de avistar. ¿Te animarías a encontrarlo?
2. Busca las opciones para bañarse y navegar en las imponentes aguas del Iguazú.
Así es. Las aguas del Río Iguazú no sólo pueden verse desde arriba -entre las pasarelas que se camuflan con el paisaje- sino que también se puede vivir de cerca. De hecho, hay dos alternativas para hacerlo.
Una de ellas es la Gran Aventura, que -tal como su nombre lo indica- es el plan ideal para los viajeros más intrépidos. Se trata de una lancha que pasa, ni más ni menos, que por debajo de varios saltos de agua e incluye un momento para bañarse en el río y sentir su potente caudal.
En cambio, si la tranquilidad es lo que busca el turista, este puede optar por el Paseo Ecológico, cuyo plan es navegar por otras corrientes, que esquivan los rápidos y permiten abstraerse de mojarse (tanto). La medida justa de agua, selva y animales.
3. No dejes fuera de tus planes a la Garganta del Diablo, protagonista de este espectáculo.
Los que la conocen dicen que ‘no tiene comparación’. Tal como su nombre lo indica, se le
considera la mismísima Garganta del Diablo, con la imponente y salvaje fuerza que transmite.
Se trata de un espectáculo hídrico, que -sin descanso- pinta el cuadro perfecto las 24 horas del día, con una caída de agua de más de 80 metros de altura.
Un imperdible del lugar, que se recomienda visitar hacia el final del recorrido por las pasarelas, para darle un final perfecto a esa parte del viaje.
4. Planifica los horarios de tus recorridos, según las preferencias que tengas para fotografiar.
Las Cataratas de Iguazú te sorprenderán en cualquier momento. Sin embargo, el mejor horario para visitar ciertas partes del Parque Nacional dependerá de los gustos de cada uno.
Durante la mañana hay menos multitudes y, por tanto, se acostumbra a ver mayor cantidad de animales. Es decir, si lo que se busca es lograr las mejores capturas de la fauna en su estado más salvaje, este es el mejor horario para hacerlo.
Ahora bien, durante tarde los rayos del sol dan pie a la formación de colores sobre el agua o, mejor dicho, es el instante más ‘instagrameable’ del Parque, puesto que es el horario en que aparecen los arcoíris en el paisaje, generando un hermoso contraste con los blancos, azules y verdes del escenario.
5. Empaca ropa cómoda, unas buenas zapatillas y algunas mudas.
Para recorrer las alucinantes postales de Iguazú, debes considerar ropa cómoda y unas buenas zapatillas, que te faciliten el recorrido entre sus delirantes paisajes. Además, no hay que olvidar una muda extra de ropa, ya que -seguramente- la primera quedará empapada con la fuerza de las cataratas.
Para la primera tenida, se sugiere llevar ropa liviana (nada de jeans), puesto que mojada pesará mucho más y, seguramente, habrá que cargar con ese equipaje durante el resto del día.
Respecto al abrigo, hay que considerar que el clima es tropical y las temperaturas medias van de los 24ºC en verano, a los 14ºC en invierno, así que dependerá de la estación en la que se realice el viaje, pero por las tardes bajan los grados, por lo que sí o sí hay que llevar algo.
Además, el sol puede ser algo traicionero, por lo que deberás llevar un gorro y, por supuesto, protector solar. Y, por último -pero no por eso menos importante- no olvidar el repelente, puesto que la selva es sinónimo de biodiversidad, y los insectos no se escapan de esta premisa.
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